los siete pasos iniciales del sumiller amateur

1- Estudia. Tienes que poner a trabajar a tu cabeza y memorizar los tipos de uvas permitidos por los Consejos Reguladores, los tiempos de crianza, las regiones francesas... luego se te olvidará un poco, así que ten tus papeles ordenados y acude a ellos de vez en cuando. Es importante y sólo depende de tu esfuerzo y dedicación.

2-Infórmate de algunos certámenes, concursos, presentaciones. "La Nariz de Oro", "Vinos 5 estrellas de la Guía Peñín", "Salón de los grandes vinos de España", "Los Rioja que salen al mercado este año".... Al principio no sabrás cómo hacerte con las invitaciones, por eso hay que entrar en sus webs, tenerlos en Facebook, twitter... y ahí encontrarás la manera.

3-Cata. Todo lo que has estudiado lo pones en práctica en el momento que entras por la puerta y coges una copa. Al principio catarás a lo loco, sin saber qué buscas, harás descripciones completas de las fases porque eres un buen alumno. Poco a poco te irás dando cuenta de que no se puede catar todo: se acorcha la lengua, se embota la nariz y la iluminación no siempre es la deseada para ver bien el color... ¡y sólo vas por los blancos! así que la vez siguiente te lo tomarás de otra manera: catarás por variedades, zonas, añadas, crianzas... y apuntarás sólo lo relevante.

4-Habla con el director comercial pero escucha al enólogo. Procura traducir sus palabras:
"Mira qué buena capa tiene", --> "capa por debajo de lo esperado".
"Lo bien que está limados los taninos" -->"se agarra un poco"
"Tiene una frescura especial" --> "acidez alta"

Una de las mejores cosas que mi profesora, Carmen Garrobo, nos enseñó, fue a forjarnos nuestra propia opinión. Tener esa máxima clara es de vital importancia para formarte un criterio. Nunca des nada por sentado hasta que lo cates. Que te lo digan no significa que sea falso pera tampoco que sea verdadero. Todo lo que puedas comprobar por ti mismo es lo que te llevas de experiencia y de verdad. El enólogo es quien ha hecho el vino, por tanto has de respetar su trabajo, así que trabaja el eufemismo o gírate un poco para dar tu opinión. Echar por tierra el trabajo de la gente está muy mal, no lo hagas.

5-Cata con alguien que sepa más que tú y que te merezca confianza, comparte tu opinión con sinceridad, di lo que piensas. Escucha, aprende, pero también cuestiona. No te arredres, pero sobre todo, no seas prepotente. Si nunca has probado un Tokay, no pasa nada, ya lo probarás. Sé humilde.

6-Lee algunos blogs (La Tintorería, Terroaristas), la sección de vinos de El Mundo y ten alguna guía a mano. Una guía de vinos no es un catecismo sino un catálogo. Entiende los vinos que en ellas aparecen como sugerencias y las puntuaciones como aproximaciones, no como verdades. Si sólo cuentas con 15 minutos al día y tienes que elegir entre leer una guía y un blog, lee un blog.

7-Haz un blog. Cuéntanoslo.