Taller 7 de junio en la Iibrería-café "Italiana-Madrid"



Hola a todos!. Al final me he lanzado a comenzar un blog siguiendo las sugerencias de un catador amateur, Alfredo. Así que desde aquí le doy las gracias y espero, con esto, manteneros actualizados con las actividades que vayamos haciendo y asuntos referentes al vino que os pueden interesar.

Anoche tuvimos nuestra primera cata de vinos italianos en Italiana_Madrid y hay tres razones para decir que fue un éxito:
-Rosa y Luca
-Los asistentes
-Los vinos
Rosa y Luca son los propietarios de esta librería-café italiana situada en el centro de Malasaña. Allí podéis encontrar desde literatura italiana a la mejor tarta de chocolate del mundo pasando por unos quesos y vinos italianos que nadie debería perderse.
Así que nuestra cata consistió en degustar estas pequeñas joyas italianas: tomatitos semisecos amarillos en aceite y quesos que representaban Italia de norte a sur (bra, cacciocavallo silano, taleggio, grana padano, fiore del pastore) todos de una calidad excepcional que harían las delicias de los amantes del queso.

Para aprender a catar, comenzamos con un vino blanco Friulano Antonutti  2009. Los más valientes se atrevieron a descubrir aromas a manzana verde y a azahar. Incluso hubo quien hizo una descripción muy acertada sobre su acidez. Y es que cada vez estoy más segura de que las personas tienen más capacidad de la que creen para identificar lo que perciben, simplemente es atreverse a confiar en sus sentidos.

En segundo vino fue un Greco di Tufo Feudi di San Gregorio 2010 procedente de Campania al que Roberto y Carlos le descubrieron las notas minerales (mina de lápiz y cemento). La verdad es que cemento no suele aparecer en terminología de cata, pero realmente es un compuesto de tierra caliza y arcilla que representa los minerales del terruño. Más importante que conocer las palabras correctas ,es realizar asociaciones que nos permitan llegar a la sensación aromática que percibimos. Por eso hay que ponerle un diez a esa observación.

Cerramos los blancos con todos los asistentes animados a opinar, especialmente con un vino sardo excelente, el Vermentino di Gallura 2010 que resultó de una gran sutileza en aromas a hierba recién cortada, flores blancas e infusión. Incluso Alfredo, que aún no se había atrevido a opinar, hizo ver la diferencia con los dos vinos anteriores.

Hicimos la entrada en los tintos con un Syrah Cusumano 2009 de Sicilia que tenía una nariz excepcional. A copa parada, Silvana descubrió el jazmín, opinión a la que se sumaron algunos otros. A esto había que añadirle la grosella negra, la mora o los arándanos. Sin embargo, le faltaba un poco de envejecimiento en botella. Tal y como observó Iñaki, la nariz prometía más de lo que luego ofrecía en la boca. No obstante, es un vino con una gran potencia que dentro de un año estará en su mejor momento. 

El segundo tinto fue, junto al Vermentino, el protagonista de la noche. Un Rubesco de Lungarotti 2008 que tenía muy equilibrados la acidez, el alcohol y los taninos. Destacaba el aroma torrefactado y la buena estructura. Un gran vino que todos apreciaron.

Llegamos al final de la cata con muchas ideas nuevas y preguntas que todos se intercambiaron, por lo que la cata del Refosco dal Pedunculo Rosso 2007 se hizo con todos los pasos interiorizados (fase visual, nasal y gustativa) y no hizo falta mi ayuda para que espontáneamente surgieran las catas personales.
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Las casi tres horas que duró se me pasaron volando en buena compañía, con una gente estupenda.
Me quedo con que todos se llevaron la idea de que maridar el vino permite apreciarlo dos veces y que un buen maridaje hace que un buen vino pueda brillar.

Haremos otra cata después de Semana Santa para las personas que se apuntaron cuando ya estaba el grupo completo.
Hasta entonces, ... a practicar!

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